Esto no es lo mío
Te confieso algo… acabé haciendo lo que hago por accidente.
Allá por el 2005 terminé la carrera de diseño gráfico. Después de pasar un par de años trabajando para marcas de la talla de Mango y Sercotel, se me ocurrió la «estupenda» idea de montar mi propia empresa online.
Claro que tenía 24 años, hacía apenas 2 que había acabado la carrera y 0 experiencia en el mundo online.
La hostia fue monumental. Dos años duró la broma, pero a mí me parecieron 10.
Hipotecado, volví a casa de mis padres con el rabo entre las piernas. Pero no aprendí del escarmiento. Y seguía erre que erre con la idea de poder montar mi propio negocio.
Así que me puse a estudiar programación y marketing digital, y para sorpresa mía… me lo pasaba pipa.
Supongo que así es la vida. Unos tienen la suerte de tener muy claro lo que quieren desde pequeños, y otros vamos dando tumbos hasta que encontramos algo que nos de sentido a la vida.
A mí lo que me da sentido a la vida es tener mi propio negocio.
El diseño web y el marketing son solo las herramientas que he aprendido a usar para ello. Y es en ese terreno en el que te puedo ayudar.
¿Pero qué pinto yo en el mundo de la salud y las terapias?
A priori nada. Pero mira, hace años estuve trabajando en un par de proyectos que sacaron el 1000% de mi. Y lo que siguió te lo puedes imaginar: fuertes episodios de ansiedad y estrés, intensas cefaleas y dolores de espalda casi a diario.
Este hábito fue degenerando en un malestar constante, afectando incluso a mi vida en pareja, y acabé quemándome del todo.
Estaba claro, necesitaba un cambio tanto mental como físico.
Tras unas semanas de reflexión, decidí ponerme en manos de profesionales: por un lado, de manos de un psicólogo (que había ayudado a un amigo mío) y en manos de mi suegro (que es fisioterapeuta).
Todo esto era nuevo para mi. Yo era de los de «me basto y me sobro para lidiar con mis problemas» (ja!).
Y vaya golpe de humildad.
El cambio durante los dos primeros meses fue radical. Me sentí en deuda con ellos.
Así que encontré un propósito…
Ahora volvía a estar centrado, motivado y lo veía claro.
Quería involucrarme en los proyectos de las personas que tanto me ayudaron. Les asesoré y trabajamos sus webs de cero, tanto en forma como en contenido (que bien lo necesitaban). Y este fue el resultado:
Solíamos invertir mucho dinero en publicidad de Google y notábamos más visitas pero apenas más ventas. En los últimos 6 meses, y después del trabajo de Eduardo, hemos recibido un 30% más de primeras visitas para nuestra consulta.
Ahora invertimos menos en publicidad pero nuestros pacientes siguen aumentando, es increíble el poder de influencia de algo tan «sencillo» como es el texto o el diseño.
Esta experiencia no solo me ayudó a identificar muchos patrones y errores similares, sino que descubrí una gratificación extra que no tenía con otros clientes:
El saber que estoy ayudando a gente que, a su vez, se dedica a mejorar las vidas de sus clientes. Yo había sido un ejemplo.
…Y esto aprendí
Los emprendedores tenemos un mal común: pensar que podemos llegar a todo sin despeinarnos.
¿Resultado en la mayoría de casos? webs sin personalidad y textos de copia y pega. Si, había errores de diseño pero sobre todo errores de comunicación.
Por eso, siempre hago hincapié en el contenido y la persuasión en todos mis proyectos, porque si quieres vender, esto va a ser bastante más importante que el color de tus botones. Eso, y la importancia de la visibilidad en Google.
Y todo eso lo he aprendido también gracias a mi formación paralela como Técnico Superior de Posicionamiento en Google y practitioner en Programación Neuro Lingüística.
Vamos, que éstas son algunas de las herramientas que pongo en práctica en mi asesoramiento a la hora de trabajar contigo.
¿Qué puedo hacer por ti?
Ya lo has visto. Ni soy un lumbreras ni me hice rico antes de los 30, pero tengo mucho recorrido y experiencia a mis espaldas. Resumiendo:
Tuve que hacer las cosas mal 300 veces, hasta que un día empecé a hacerlas bien.
Por eso, te ofrezco algo más allá de una web, te ofrezco orientación y herramientas para crecer y mejorar. Así es como trabajo:
Hablo tu idioma
Tu sector es mi especialidad, y no, no es lo mismo hacerte una web a ti que a un restaurante michelín.
No me ando por las ramas
Si algo no me cuadra en tu enfoque te lo digo, bailarte el agua no nos haría ningún favor ni a ti ni a mí.
Mi foco es la rentabilidad y escabilidad
Lo último que quiero es que inviertas en una web que te sirva de escaparate, o que a los dos meses se te quede pequeña.
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